Lo más probable es que dio un suspiro, cerró los ojos y creó otro mundo bajo sus pupilas… Supongo que al despertar sólo recordaba las sombras de sus sueños. Tomó un crayón y trazó el inicio de sus ideas; encendió la computadora y percibió que podía dar vida.
Roberto Liao Vásquez para casi nadie (creo que ni él mismo sabe que ese es su nombre completo), lo mejor será llamarle: “Liao”. Temperamental por naturaleza, una personalidad peculiar que raya en la caricatura; es un personaje más que complementa sus dibujos de años, de instantes… Creaciones propias que le impidieron sentirse solo.
Con su cara redonda y gestos acelerados se ha ganado muchos amigos (y también enemigos). Él sabe que no es normal, pero no le importa, lo considera una virtud. Con él hay dos opciones: o te cae bien o te cae mal… Pensándolo bien, hay una tercera: ambas, dependerá de las fases de la luna… ¿Luna? ¡Claro! Ya recuerdo, la luna es su amor imposible, su musa, su confidente.
Con sus pantalones cortos y camisas extrañas anda por el mundo dando risas falsas y risas sinceras; consejos profundos y gritos de desesperación. No es que sea un loco, no. Tampoco es un genio que se adelantó a su época. Simplemente es un ser humano que sueña, se arriesga y se entrega. Este tipo inventa, imagina y crea -sus verbos preferidos-, pero también hace cosas normales: come pastel de chocolate y papas fritas, cuida a su sobrinita, llora en las noches, le dice mentiras a su mamá, adorna el árbol de navidad y se pelea con sus amigos.
Y así es él: misterioso, vive de sus ilusiones y detesta los convencionalismos. Su conciencia sufre de trastornos de personalidad: a veces se cree corazón y Liao suspira por las injusticias del mundo; en ocasiones piensa que es nave espacial y a él le toca imaginar que llegará al final del universo con un solo suspiro.
Roberto Liao Vásquez para casi nadie (creo que ni él mismo sabe que ese es su nombre completo), lo mejor será llamarle: “Liao”. Temperamental por naturaleza, una personalidad peculiar que raya en la caricatura; es un personaje más que complementa sus dibujos de años, de instantes… Creaciones propias que le impidieron sentirse solo.
Con su cara redonda y gestos acelerados se ha ganado muchos amigos (y también enemigos). Él sabe que no es normal, pero no le importa, lo considera una virtud. Con él hay dos opciones: o te cae bien o te cae mal… Pensándolo bien, hay una tercera: ambas, dependerá de las fases de la luna… ¿Luna? ¡Claro! Ya recuerdo, la luna es su amor imposible, su musa, su confidente.
Con sus pantalones cortos y camisas extrañas anda por el mundo dando risas falsas y risas sinceras; consejos profundos y gritos de desesperación. No es que sea un loco, no. Tampoco es un genio que se adelantó a su época. Simplemente es un ser humano que sueña, se arriesga y se entrega. Este tipo inventa, imagina y crea -sus verbos preferidos-, pero también hace cosas normales: come pastel de chocolate y papas fritas, cuida a su sobrinita, llora en las noches, le dice mentiras a su mamá, adorna el árbol de navidad y se pelea con sus amigos.
Y así es él: misterioso, vive de sus ilusiones y detesta los convencionalismos. Su conciencia sufre de trastornos de personalidad: a veces se cree corazón y Liao suspira por las injusticias del mundo; en ocasiones piensa que es nave espacial y a él le toca imaginar que llegará al final del universo con un solo suspiro.
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