lunes, 26 de abril de 2010

Nunca dejes de intentarlo

Los profesores de negocios Gary Hamel y C.K. Prahalad escribieron acerca de un experimento llevado a cabo con un grupo de monos. Cuatro monos fueron colocados en una sala que tenía un poste elevado en medio. Suspendido de la cima del poste había un montón de plátanos. Uno de los monos hambrientos empezó a trepar el poste para buscar algo de comer, pero cuando estiraba la mano para tomar un plátano, era bañado por un chorro de agua fría. Chillando, bajo a toda velocidad por el poste y abandono el intento de alimentarse. Cada uno de los monos hizo un intento similar, y cada uno fue bañado con agua fría. Luego de varios intentos, se dieron por vencidos.

Los investigadores sacaron a uno de los monos de la sala y lo reemplazaron por un mono nuevo. Cuando este nuevo miembro del grupo empezó a trepar el poste, los otros tres le sujetaron y le dieron de tirones para bajarlo al suelo. Luego de intentar trepar el poste varias veces y de ser arrastrado por los demás, finalmente se dio por vencido y no volvió intentar trepar al poste.

Los investigadores reemplazaron a los monos originales uno por uno con monos nuevos, y cada vez que llegaba un mono nuevo, era arrastrado por los demás antes de que pudiera alcanzar los plátanos. Luego de cierto tiempo en la habitación solo quedaban monos que no habían recibido el chorro de agua fría pero ninguno de ellos intento trepar el poste. Se impedían unos a otros treparlo, aunque ninguno de ellos sabia porque lo hacían.

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